Para algunos Torregrande, fue conocida como de Burjarón, Burjaharón, Boriaharón, Bujaharrón, Burxa, Burfçefierón, o Torre de los Catalanes.
Burjaharón era una pequeña alquería islámica (casa de labor) que el rey Alfonso X el Sabio cedía a los almanseños el 9 de octubre de 1264.
Las primeras citas a la finca y apariciones en mapas de la época se encuentran durante la conquista y deslindes entre el Reino de Castilla y el Reino de Valencia.
A finales del siglo XIV, la torre era propiedad de don Jaime de Ayerve, vecino de Almansa. En esos momentos ya se la conocía como elemento defensivo, situado en lugar estratégico para vigilar las vías que subía en puerto de Almansa o las que entraban desde Villena.
Situada en un altozano destaca por sus dimensiones y estaría incluida en el grupo de las casas señoriales que aúnan los fines defensivos y los vinculados con la agricultura.
Torre Grande aparece en grabados acerca de la batalla de Almansa y en la famosa pintura del siglo XVIII de Buonaventura Ligli.
Construida en el siglo XII forma parte de las denominadas Casas de Llano o de Labores. Las esquinas del edificio y el matacán están construidos con piedra de sillería y el resto con mampostería. Antiguamente, tuvo una terraza almenada en la parte superior que, en un momento indeterminado, fue sustituida por un tejado a dos aguas.
Estado deplorable
En noviembre de 2021 fue incluida en la Lista Roja de Patrimonio de la Asociación Hispania Nostra, asociación cultural por la defensa del patrimonio histórico nacional.
Desde ese momento, además de ir derrumbándose, las dependencias del lugar están siendo saqueadas.
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