Destaca su templo barroco, levantado en el siglo XVII, de planta rectangular, coro alto a los pies y magnífico retablo barroco de principios del siglo XVIII; es interesante el camarín construido en ese mismo siglo, con cúpula y vistosas pinturas murales y pavimento de buena azulejería. Las construcciones anejas son esencialmente de la misma época dieciochesca.
Historia
Las primeras noticias sobre el oratorio de Nuestra Señora de Belén datan de principios del siglo XVI y le confieren una fundación particular. El 15 de marzo de 1515, Juan Sánchez de Belén otorgaba testamento por el que dejaba parte de sus bienes vinculados al mantenimiento de esta ermita, que él mismo había fundado en unos terrenos de su propiedad, y donde había entronizado una imagen que había traído desde Roma. El 2 de agosto de 1528, un tal Domingo, ermitaño de Nuestra Señora de Belén, tras ser desplazado de su cargo por Fray Cristóbal de Úbeda (nombrado por una bula papal), la dotaba con 20 almudes de barbechos y la mitad de sus bienes (110 fanegas de cebada, 45 fanegas de trigo, cantidades no expresadas de centeno y avena, una mula, un rocín, 20 gallinas y un cerdo).
A mediados del siglo XVI el concejo de Almansa decidió celebrar anualmente en esta ermita, cada 6 de mayo, el voto que le tenía ofrecido a San Juan Ante Portam Latinam y que hasta entonces había venido celebrando, con toda probabilidad, en la ermita de San Juan.
A partir de este momento, la afluencia de devotos fue cada vez mayor y hubo necesidad de ampliar la primitiva ermita, que apenas contaba con un pequeño oratorio y una casa aledaña que servía de morada al ermitaño encargado de su custodia. A finales del siglo XVI se acometió la edificación de una nueva capilla, acabada hacia 1627 cuando ya el concejo había logrado hacerse con el patronato de la fundación en detrimento de los herederos de Juan Sánchez.
Poco a poco se le fueron añadiendo nuevas dependencias y objetos de arte. En 1715 está fechado el magnífico retablo. En 1731 se acabaron de pintar los frescos del Camarín de la Virgen.
A mediados del siglo XVIII, aprovechando una visita del obispo, se acordó transformar completamente el lugar y convertirlo en Santuario. Para ello se allanó un promontorio con el fin de hacer una explanada, se conservó la iglesia, aunque fue demolida la casa del ermitaño y se construyeron nuevo edificios en forma de plaza porcheada, destinados a cuarto de villa (sala para las reuniones del Ayuntamiento), oficinas para los empleados municipales, alojamientos para los clérigos encargados del culto, depósito de carruajes y hospedería para devotos. Las obras acabarían en torno a 1785.
Desde entonces, las obras de mantenimiento han sido constantes. Entre 1922 y 1923 se restauró la fachada de la iglesia, se convirtió el antiguo granero del piso superior en un salón y dos alcobas. En 1925 se construyó un aljibe.
En 1927 se pavimentaron de cemento algunas dependencias... El 14 de noviembre de 1989 el Santuario (con un perímetro de 60 metros a su alrededor) fue declarado Bien de Interés Cultural.
Últimamente se ha reedificado el cuerpo de soportales que mira al oeste, se ha levantado una nueva sala de velas para evitar el riesgo de incendio y se ha enlosado la plaza.
Romería
La romería de la imagen de la Virgen de Belén es, sin duda, el hecho sociológico más importante de Almansa. Entre 9 000 y 12 000 personas aprovechan para disfrutar un día al aire libre, en el que, además del tradicional arroz con carne y caracoles, también se degustan gazpachos manchegos, paella, gachamigas y carne asada, junto con otras viandas preparadas en casa para recuperar fuerzas a la sombra de la arboleda, tras recorrer todo el camino.
Cada año se celebran dos romerías, la primera, en la que se traslada la imagen de la Virgen de Belén desde Almansa al santuario, tiene lugar el domingo siguiente al día 6 de mayo. Y en sentido inverso, la de regreso, que se realiza el tercer domingo de septiembre. El recorrido, de unos 14 km, se hace a pie llevando la imagen de la Virgen de Belén a hombros de miembros de la «Sociedad de Pastores», en turnos estrictamente elegidos y que compiten entre sí por ver quien hace los tramos que les corresponde lo más rápida y acompasadamente posible.
Opinar