La casa de los marqueses de Montortal es una de las pocas viviendas palaciegas que se conserva en su integridad. Se levanta en la esquina de la plaza de San Agustín, frente al convento, y la calle Aragón, enfrente de la casa de los Enríquez de Navarra y conserva los mejores ejemplos de azulejería valenciana que hay en Almansa desde el siglo XVII al XIX, principalmente del XVIII. Todo este gran desarrollo de azulejería se debe a que los marqueses provienen de Valencia y se van a suplir de este tipo de ornamentación para decorar sus casas palaciegas.
Nos encontramos ante una fachada en la que predomina la horizontalidad debido a sus dos alturas. Como materiales constructivos aparece la piedra arenisca, reservada para los lugares nobles de las fachadas como son los encintados de los vanos y la portada principal.
El resto es de mampostería de piedras irregulares y ladrillos, todo ello revestido de mampuesto.
La portada principal es muy sencilla, consta de dobles pilastras cajeadas, limpias de decoración, dispuestas a ambos lados, que se alzan sobre dos pequeños basamentos, y un entablamento con motivos geométricos cuadrados, justo en el eje de las pilastras. Entre el entablamento y el vano rectangular con reja que aparece sobre el primero, en el mismo eje de simetría se encontraban, a ambos lados, los escudos de la familia. Todavía se puede ver el lugar que ocupaban gracias a las marcas que se conservan. El vano superior presenta las mismas pilatras y decoración que la portada principal, a ambos lados de este aparecen dos balcones con típicas rejas civiles decoradas con pequeñas volutas. La única ornamentación y los elementos que le dan un cierto ritmo a la fachada, tanto la de la plaza de San Agustín como en la calle Aragón, son los vanos y la tejería, con motivos decorativos propios de las forjas del siglo XVIII. En la fachada principal, la de la calle Aragón, nos encontramos con un acceso de carruajes en forma de arco de medio punto.
En la de la plaza de San Agustín en el piso inferior, unos vanos con rejas que se corresponden, en el piso superior, con unos balcones similares a los de la calle Aragón.
Interior
La casa se estructura en planta como un gran cuadrado, con patio central de igual forma y con dos pisos de altura. Aunque observando el muro de la calle Aragón parece tratarse de planta rectangular ya que la zona del portón que daba acceso a los carruajes, fue una ampliación del siglo XIX quedando la portada de la fachada completamente descentrada. El acceso principal a la casa se hace por la portada principal de la calle Aragón. Tras esta se pasa a un pequeño zaguán de planta rectangular que a su vez da acceso al patio adintelado. El zaguán presenta en uno de sus muros un vano rectangular moldurado con reja que repite el mismo esquema de ventana que veíamos en el exterior. Para acceder al patio se pasa por una portada clásica que se encuentra en el eje de la principal y descentrada en el muro. Queda enmarcada por pilastras y rematada por un frontón triangular que se rompe en su parte central para albergar el escudo de los fundadores, que en la actualidad se encuentra tallado como los de la portada.
La cocina se decoraba con una serie de azulejos donde aparecían temática vegetal y animalística. En la actualidad no se conserva todo el conjunto y algunos azulejos se encuentran expuestos a lo largo del pasillo que da acceso al salón principal.
Patio
El patio adintelado del siglo XVII es el que organiza todas las dependencias que se abren a su alrededor. Éste junto al del palacio de los condes de Cirat, son las únicas casas que conservan estos lugares que funcionan como distribuidores de espacios habitables, en un caso nos encontramos con un patio adintelado y en el otro porticado. La estructuración de la fábrica no varía, en absoluto, del concepto palaciego desarrollado en España durante el siglo XVI.
Este patio se divide en dos cuerpos:
El primero presenta unas columnas blancas de orden dórico. Por encima del capitel se levanta una zapata de madera y sobre esta una gran viga de madera a manera de entablamento que lo recorre. Cada lado está compartimentado por tres columnas.
El segundo cuerpo con columnas jónicas repite el esquema de la planta baja con una balaustrada limitando el pórtico que presenta ciertas similitudes con la del palacio de los condes de Cirat. Los capiteles tienen unas amplias volutas en sus extremos como de fajas enrolladas. La cubierta del patio se encuentra inclinada hacia el interior cuya función era recoger todo el agua de la lluvia, mediante un sistema de canalizaciones. Para acceder al segundo cuerpo se hace mediante un arco carpanel moldurado que se encuentra en uno de los lados del patio, en el piso superior se abren tres vanos de medio punto que sirven para aligerar el muro y para iluminar el interior de la caja de escalera. Los balaustres de la baranda que presenta la caja de escalera son similares a los del segundo cuerpo, la única diferencia es que estos son de madera.
Además de todo lo que hemos mencionado anteriormente lo significativo de este patio es la combinación de materiales y su ornamentación.
La piedra para columnas, balaustradas, encintados de los arcos; la madera para zapatas, cornisas y techumbres; y por primera vez nos vamos a encontrar el mejor ejemplo de azulejería valenciana que se conserva en Almansa y que va a aparecer tanto en zócalos como en pavimentos. Los zócalos de los dos cuerpos del patio se encuentran decorados con azulejería, y cada uno repite una decoración diferente. El primer cuerpo con azulejos de color azul y blanco con motivos dispuestos geométricamente. En los pasillos de nuevo vemos esta rica azulejeria siempre con una ornamentación diferente según el ambiente donde se desarrolle.
Es característico las escenas religiosas y profanas que se aparecen en los muros de la casa. En la subida de la caja de escalera hay una escena religiosa con san Antonio y la Virgen de la Dolorosa, en los muros que dan hacia el jardín se representa varias escenas: san Cristóbal, san Antonio Abad, la Virgen, etc., y enfrente las cuatro estaciones representadas en tres figuras femeninas y una masculina, cada una con su atributo identificando la estación.
Jardines
La casa presenta en su parte posterior un gran jardín todo ello decorado con una gran variedad de veletas de hierro, este comunica con el jardín del palacio de los condes de Cirat. En uno de sus lados se encuentra la bodega que da a la calle La Estrella y que estuvo funcionando hasta la segunda mitad del siglo XX.
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